Noche segunda



¿Adónde va a parar la claridad sobrenatural cuando, junto con la noche, caen las tinieblas sobre todas las almas? ¡Chas!, sobre la cresta de la montaña brotan las estrellas. Una, después otra y las siguientes. Desde las más duras, punzantes y blancas como pinchazos de un cuchillo de acero sideral, hasta las últimas, las más vulgares, envueltas en oscuridad del mismo modo que los guijarros de un río están bañados en limo.

¿Dónde está la luz que, cual linterna de sereno, debería caer sobre los durmientes, los exhaustos, los inconscientes, encerrando en un círculo dorado sus corazones para que por la mañana tengan fuerzas para levantarse y recomenzarlo todo desde el principio? El negro mapa de la noche se despliega entre los horizontes. Ni las cumbres ni las torres son lo bastante duras como para perforarlo. Los pueblos como tiritas en la mejilla de la tierra, los arañazos de las carreteras, el sarpullido de las ciudades una hora después de la medianoche, tres horas antes del alba, nada anuncia la resurrección, nada anuncia la absolución de las culpas, a pesar de que hay más cielo que tierra. Noche, noche, noche, el herrero Kruk narra entre sueños una historia sin fin, larga como la vida de todas las personas, como si quisiera confesarse de todo lo que ha visto, de lo que ha oído, confesarse de todas las cosas buenas, malas e indiferentes, porque seguramente la vida sea una variante del pecado, cosa que uno puede olvidar durante el día, pero la noche no conoce compasión; lo sabe Lewandowski, lo sabe también Gacek, y Edek, y todos, porque, cuando la razón duerme , los actos pasados y futuros se posan sobre el pecho y su peso es indescriptible. Entonces el corazón apenas late, se agarrota, le cuesta impulsar la sangre acoquinada, y ni la mínima gota de luz diluye la materia condensada por el miedo, y no queda más remedio que esperar a que la tempera azul marino del amanecer cubra los cristales. Es lo único que se puede hacer.











Andrezj Stasiuk
Cuentos de Galitzia (2010)
Editorial Acantilado. Quaderns Crema, Barcelona, 126pp
Traducción del polaco de Alfonso Cazenave 







6 degustaciones:

vera eikon dijo...

Cuánta belleza!!!!Bicos

Rosa dijo...

Gracias por permitirme conocerte. Con tu permiso me quedo leyendo un rato...Tus letras dan para mucho.

Besos desde el aire

EG dijo...

impresionante la foto del libro

Aka dijo...

La narrativa de Stasiusiuk así como la de Milosz son una maravilla, incitan a conocer donde vivieron y comprobar si aquello es tan bello, que realmente lo és.

Rosa puedes quedarte tanto rato como desees. Gracias a ti por detenerte a leer y comentar.

La foto es preciosa y encaja perfectamente con el contenido del libro. Lo cierto que toda la colección de los Quadern de Crema de Acantilado son atractivas... me compraría toda sus libros solo atraído por las portadas.

Una dijo...

Pues el estilo del escritor y el tuyo..son casi idénticos, por un momento pensé que lo habías escrito tú.

Aka dijo...

Ojalá Aina un día de estos fuese capaz de escribir algo así, pero estoy muy lejos!