Sangra mi sonrisa



Sweet Sweet Lies - The day I change


A veces mi sonrisa sangra. 

Sangra, 
cuando cree haber extraviado por el camino al niño que capturó el sol en sus juegos. 
El que colgaba boca abajo de la rama, mimetizándose con las  vainas del algarrobo. El que, como zarcillo, se enfilaba a por los higos llegado el verano, y lamia de su cuerpo la sal robada a la mar. A aquel secuestrador de lunas que soñaba con el Océano de las tormentas, o el Mar de la serenidad, en atardeceres sentado junto a los rederos del puerto. Partiendo piñones con una piedra o desmigajando pan seco para placer de las gaviotas. Para gozar del vuelo de sus risas. 

                       Risas de una mar como tus ojos garzos

Risas trasmutadas en lágrimas cuando la ruda mano del pescador golpeó y viró la cabeza de un pulpo. Se quebró aquella tarde el corazón sobre el muelle. 
Rehilaban los maderos, 
tiritaba el corazón, 
parpadeaba el sol muriente. 
Es entonces, cuando creo haber desatendido aquel corazón flameado, cuando aflora la sangre como oleaje de amapolas en campos sembrados. Con toda su viveza y brutalidad.

Sangra,
cuando en la noche, haces tuya la luz de la luna. Cuando viendo sus fulgores vistiendo tus pechos, percibo los rumores de esta pequeña Babilonia que cimienta mis deseos. Deseos confusos e inteligibles. Deseos que tomándote por la cintura confío en descifrar. Ese siempre querer partir, y nunca querer llegar que me habita. 
Ese temor por la vida, 
o la muerte, 

                        que al fin y al cabo son lo mismo, 

que quedó enmarañado en un muelle a la deriva. 
La cabeza del pulpo volteada.
Se cierra el mar al caer tus párpados. 
Respiro azul.
Azul que apacigua, 
y exhalo cerúleos deseos junto a tu azulina sonrisa nocturna. 
Y sangra. 
Sangra la mía cuando tus ojos y tus labios se duermen. 

Marea de amapolas en mi boca.













ilustraciones  en tinta de  Matt Boyle, sustraídas de su página web.  

Mocking bird dragging up a past life (2008)
Woman eating octopus (2007)


















ilustraciones de Lotte Klavers
publicadas en su blog







Baile de costillas


Mohsen Namjoo - Nobahari


El hambre es muerte. 
Es muerte despistada. 
Muerte que se demora. 
Olvidadiza pero que invita al baile de sus huesos. 
Transmutación irrevocable en costillas. 
En párpados caídos en la horizontal del rostro. 
Pupilas despigmentadas extinguiéndose.  
Muerte sin cicatrices. 
Muerte de llantos infantiles.
Revuelo de moscas.
Jinete de moscas.
Muerte y solo muerte.
Muerte al fin y al cabo.
Muerte.

La crisis en algunos países consiste en renunciar a un coche nuevo. En otros se cuantifica en número de parados, en otros en número de muertos. La verdadera crisis es la del alma, y es esa la que debería rescatarse. Igual que la cultura no puede vivir una crisis por el dinero, no hay crisis de creatividad, solo hay una crisis de la industria. No debe aceptarse que exista una crisis humanitaria con el fin de salvar los mercados. La vida, la muerte, son incalculables. De naturaleza infinitas, no caben en las cifras. Ni pueden –ni deben– entrar en las estadísticas económicas.




ilustraciones  en tinta y acuarela de  Castro "Skount", capturadas de su blog:  
http://www.skount-works.blogspot.se/  

Cuando abrió el tercer sello, 
oí al tercer ser viviente, que decía: "Ven". 
Miré, y vi un caballo negro. 
El que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: 
«Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino»

Cuando abrió el cuarto sello, 
oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "Ven".
Miré, y vi un caballo bayo. 
El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: 
y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, 
para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra.