UÑAS ADENTRO




Nervo Zeleman (Cornellà, Barcelona 2005)
Intro: fragmento de "Para terminar con el juicio de dios" escrito y recitado por Antonin Artaud.
Música: Antonio, Raul, Alex.



Cuando ustedes le hayan dado  un cuerpo sin
organos lo habrán liberado de todos sus automatismos
y lo habrán devuelto a
su verdadera libertad.

Entonces podrán enseñarle a danzar al revés
como en el delirio de los bailes populares
y ese revés será
su verdadero lugar.

Antonin Artaud (Para terminar con el juicio de dios y otros poemas)



Otra pieza del experimento musical-visual Nervo Zeleman, acompañando un texto escrito y recitado por Antonin Artaud en 1948. Autor francés afectado desde su infancia por una grave meningitis que determinaría su temperamento nervioso por el resto de su vida. Se unió al movimiento Surrealista en su nacimiento, creyendo que el surrealismo era la solución para una Europa contaminada de racionalismo, para más tarde dejarlo de lado y sentar las bases de lo que bautizó el Teatro de la crueldad: "aquel que apuesta por el impacto violento en el espectador. Para ello, las acciones, casi siempre violentas, se anteponen a las palabras, liberando así el inconsciente en contra de la razón y la lógica". A la edad de cuarenta años visita al pueblo de los Tarahumaras en México para experimentar con el Peyote: "con él, el Hombre está solo y tocando desesperadamente la música de su esqueleto, sin padre, madre, familia, amor, dios o sociedad. Y andas del equinoccio al solsticio, sujetando tú mismo tu propia humanidad". A su vuelta en Europa se interesa por la numerología y la astrología y un año más tarde las autoridades irlandesas lo deportan a Francia por "sobrepasar los límites de la marginalidad". Nueve años internado enn manicomios lo acabarían hundiendo hasta que en 1948 graba el programa de radio "Para acabar con el Juicio de Dios", censurado hasta los años 70 cuando es finalmente retransmitido, veinte años después de su prematura muerte en 1948. 




LA BÚSQUEDA DE LA FECALIDAD

Allí donde huele a mierda
huele a ser.
El hombre hubiera podido muy bien no cagar,
no abrir el bolsillo anal,
pero eligió cagar
como hubiera elegido vivir
en vez de aceptar vivir muerto.

Para no hacer caca,
tendría que haber consentido
no ser,
sin embargo, no se decidió a perder el ser,
es decir, a morir viviendo.

Hay en la existencia
algo particularmente tentador para el hombre
y ese algo es
LA CACA        [aquí, rugido]
Para existir basta con dejarse ser,
pero para vivir hay que ser alguien,
hay que tener un HUESO,
hay que atreverse a mostrar el hueso
y olvidar el alimento.

El hombre prefirió más la carne
que la tierra de los huesos.
Como no había más que tierra y bosque de huesos
tuvo que ganarse su alimento,
no había mierda,
sólo hierro y fuego,
y el hombre tuvo miedo de perder la mierda
o más bien deseó la mierda
y para eso, sacrificó la sangre.
Para tener mierda,
es decir carne,
donde sólo había sangre
y chatarra de osamentas,
donde no tenía nada que ganar
y sí algo que perder: la vida.
o reche modo
to edire
de za
tau dari
do padera coco

Entonces, el hombre se replegó y huyó.

Lo devoraron los gusanos.

No fue una violación,
se prestó a obscena comida.
Le encontró sabor,
aprendió por sí mismo
a hacerse el tonto
y a comer carroña
delicadamente.

Pero ¿de dónde procede esa despreciable abyección?

De que el mundo no está ordenado todavía,
o de que el hombre sólo tiene una pequeña idea del mundo
y quiere conservarla eternamente.

Proviene de que, un buen día,
el hombre
detuvo
la idea del mundo.

Se le ofrecían dos caminos:
el infinito exterior,
el ínfimo interior.
Y eligió el ínfimo interior,
donde sólo hay que estrujar
el bazo
la lengua
el ano
o el glande.

Y dios, dios mismo aceleré el movimiento.

Dios ¿es un ser?
Si lo es, es la mierda.
Si no lo es
no existe.
O bien sólo existe
como el vacío que avanza con todas sus formas
y cuya representación más perfecta
es la marcha de un grupo incalculable de ladillas.

"¿Está usted loco, señor Artaud, y la misa?"

Reniego del bautismo y de la misa.
No hay acto humano
que, en el plano erótico interno,
sea más pernicioso que el descenso
del supuesto Jesucristo
a los altares.
No me creerán
y desde aquí veo cómo el público se encoge de hombros
pero el llamado Cristo es quien
frente a la ladilla-dios
aceptó vivir sin cuerpo
mientras un ejército de hombres,
descendiendo de la cruz
a la que dios creía haberlos clavado desde hacía mucho
se rebeló
y ahora esos hombres
armado con hierro,
sangre,
fuego y osamentas
avanzan, denostando al Invisible
para terminar de una vez con el JUICIO DE DIOS.




Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas



Nervo Zeleman (Cornellà, Barcelona 2005)
Letra: fragmentos de "Altazor, Canto I" de Vicente Huidrobo.
Música: Antonio, Raul, Alex.

Nervo Zeleman fue un experimento musical que nació a los veintitantos. De padres ciegos y madres con ojos llenos de navíos lejanos. Una música que caía entre una estrella y dos golondrinas, en arcoiris bordados en lágrimas de rocío y sonaba como dirigibles que van a caer. Un cielo que cayó vertiginosamente, por la atracción de la muerte, pues la muerte tiene más poder que los ojos de la amada... ojos de descanso, de reposo bien ganado.

"Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimiento de placer o de agonía.
"Se debe escribir en una lengua que no sea materna.
"los cuatros puntos cardinales son tres: el sur y el norte.
"Un poema es una cosa que será.
"Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
"Un poema es una cosa nunca ha sido, que nunca podrá ser.
"Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
"Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco.



fragmento de Altazor (Vicente Huidobro 1893 – 1948)
Altazor morirás Se secará tu voz y serás invisible
La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspié como el equilibrista 
sobre el alambre que ata las miradas del pavor.
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas 
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo 
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios

Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito 
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades 
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz 
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos

Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas 
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio 
Como el barco que se hunde apagando sus luces

Todo se acabó
El mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadas
Los perros ladran a las horas que se mueren
Y el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan
Estás solo



Lee al hombre que pinta


Idoli – Malena


Miente, miente
miente que algo quedará,
cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá. 
Joseph Goebbels



El charco entre las tomateras, el espejo donde cabe un mundo.
Un mundo por el cual transitan devoradores de bulbos de mentiras, los que brotan y brotan con cada nueva primavera. El huerto, donde la muerte zascandilea en calzones por los callejones sin disimulo, sin vergüenzas que ocultar. "¡Que se marchiten sus huesos!", le grita un viejo arrugado y de cara ceniza. Desoyendo las injurias ella sigue matando horas –para hacerse con otro cliente–, zurciendo una mantilla incasable sentada en un portal que puede ser el portal de todas las casas. El porche de la humanidad. El vestíbulo a la casa de los huesos, la de las cortinas danzantes. Aquí los rostros de la hambruna enmarcados se asoman al exterior a través de sus ventanales. Cada parto que tiene lugar entre sus muros trae al mundo gemelos: el humano y sus miedos. 

Junto a su puerta, sentado un chucho hecho de huesos. Su expresión derrotada cosida directamente sobre la calavera, sus iris más negros que la noche sin luna.

–Visita al hombre que pinta infancias en esta ciudad de hombres de ceniza, y lee sus poemas en voz alta –me recomienda el destartalado jamelgo–. Al hacerlo las palabras serán suyas pero el canto será tuyo. Heredarás su lengua. Escucharás su historia, la de sus carnes que acorazan su alma, sus guerras continuas con sus intestinos. Las palabras que quieren con todas sus fuerzas exorcizar al miedo. Una desesperación en soga. Palabras escritas que nacieron para contar esa historia que esconde. Que lleva años sin comer y sin dejar comer a las otras. Palabras que buscan abrir agujeros en el cielo con la esperanza de que algo se desprenda del mismo. Una horca quizás que ahorque lo ordinario. Algo vertiginosos y acelerado cuyo impacto ensordezca las bocas en luto que todo lo rodean. Algo que haga temblar a los temerosos comedores de bulbos de mentiras que enterraron la verdad de las palabras. Cuyas miradas y enjutados rostros, zis-zas, censuran del jardín letras incómodas. Letras pequeñas, letras modestas, letras molestas. Solo a quien pinta infancias debes escuchar. Escuchar atentamente. Debes cantar sus letras para descifrar la historia que enclava sus otras historias. Canta sus letras. No las dejes morir. No pueden morir. ¿Si no quién cantará la esperanza? 





Los caminos del mar


Claustrofobia - Muluk el hwa (Sons del desert)


Existen bajo sus aguas grandes cañones, grandes gargantas excavadas por los ríos que lo drenaban cuando estaba prácticamente seco. Surcos de más de mil metros de profundidad que serpentean desde el continente hasta perderse en sus zonas más profundas y donde se refugiaron las aguas durante la crisis del Messiniense. Al alzarse las cordilleras Béticas y Rifereñas el estrecho de Gibraltar encapsuló el Mediterráneo entre los continentes que lo anidan y sus aguas se evaporaron a una velocidad mayor que la aportada por los ríos que lo drenaban entonces. África, Asia y Europa quedaron durante años conectados por un desierto salino. Una enorme costra salina extendida de orilla a orilla en la que fueron germinando plantas. Una alfombra de jaras salpicada con azufaifas, cornicales, manzanillas y orovales coloreaban un paisaje semidesértico poblado con lagunas diseminadas de aguas salobres a las que se acercaban ginetas solitarias y erizos morunos bajo la mirada lenta de una tortuga terrestre.

Hace 5,3 millones de años, esa enorme cuenca desértica a 1.500 metros de profundidad que unió continentes por cientos de miles de años repentinamente se vió alterada por otro cataclismo orogénico que originaría la mayor y más brusca inundación que ha conocido nunca la Tierra. La abertura del estrecho de Gibraltar sumada al desnivel de la cuenca generó una entrada masiva de agua desde el océano mil veces superior al Amazonas que provocó una subida diaria de diez metros en el nivel del mar, y una enorme erosión  en su entrada de más de 200 kilómetros hacia el corazón del mismo desde el Atlántico originando el Mar de Alborán desde el Golfo de Cádiz.  



Conocedor de la crisis del Messiniense que sufrió el Mediterráneo, en los años 20 del pasado siglo, el arquitecto alemán Herman Sörgel educado en la escuela Bauhaus soñaría con la reunificación física de los continentes y diseñaría un proyecto para regular el flujo de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo. Sögel creció influenciado por el pensamiento Lebesraum (espacio vital) que presuponía que la existencia de un Estado quedaba garantizada siempre y cuando dispusiera del espacio suficiente para atender a las necesidades económicas y poblacionales del mismo. Traumatizado por los devastadores efectos de la Primera Guerra Mundial, se atrevió a soñar con una Europa unida en un solo estado, trabajando al unísono en un proyecto mastodóntico que proporcionase a los pueblos europeos los recursos necesarios que sus poblaciones crecientes demandaban. En un proyecto europeo y pacifista creía posible alzar presas en Gibraltar y el estrecho de Dardanelos para reducir la entrada de agua a la cuenca mediterránea. Obtener energía hidráulica de las mismas, y con el tiempo conseguir la desecación de grandes partes de la costa en el sur de Europa y Norte de África que proporcionases nuevas tierras de cultivo a los europeos, al igual que los holandeses habían ido ganando terreno al océano durante años. Con la bajada del nivel del mar, el mar Adrático se secaría uniendo Italia con la entonces Yugoslavia, Sicilia doblaría su superficie y la costa de Túnez sería asequible desde Italia a través de puentes tendidos entre el Europa-Sicilia-África. La Península Ibérica quedaría conectada directamente con el norte de África originando así un nuevo continente al que bautizó como Atlantropa. El proyecto pacifista para Europa no lo era sin embargo para África que pasaba simplemente a ser terreno anexionado del cual explotar sus recursos para las necesidades de los pueblos europeos.

Cuando los nacionalsocialistas alcanzaron el poder en Alemania y las ideas del Lebesraum fueron cobrando mayor importancia, Sögel reformó su proyecto paneuropeo y pacifista en uno que pudiese tener mayor aceptación entre el nuevo poder. Así en 1938 publicaría su nuevo proyecto al que titularía: "Las tres grandes A: América, Atlantropa, Asia – Alemania e Italia, los pilares de Antropia" (Die drei grossen A: Amerika, Atlantropa, Asien – Grossdeutschaland und italienisches Imperium, die Pfeiler Antropia), en la que visionaba un futuro geopolítico con tres grandes fuerzas confrontadas: las formadas por el continente americano, el asiático y el de Atlantropa mediante la anexión de África a Europa mediante la desecación de parte del Mediterráneo.


Sus ideas nuncio cuajaron entre los ideólogos nazis cuyas preferencias expansionistas miraban hacia el este en lugar de hacerlo hacia el sur, y con la guerra el proyecto quedó en el olvido, para morir tras la misma con el desarrollo de la energía nuclear y el final del colonialismo "físico" por las potencias europeas. Sin embargo él continuo defendiendo su proyecto hasta que en 1952 muriendo al ser arrollado por un coche. Su sueño-proyecto se fue desvaneciendo con el tiempo, pero las necesidades de los estados prevalecen, y el colonialismo ha mudado a formas más sutiles dentro del "libre mercado", donde explotadores y explotados siguen siendo los mismos, sin que aparezcan nuevas fórmulas o cambios sociales que contraigan el Lebesnraum (espacio vital) de los estados, empezando por la de sus propios individuos. 



¿Por qué canta el pájaro?


Jiang Jian Hua - Cant dels ocells


Entre los cáñamos
de primavera balbuceante
junto a la riera
entre mares de espigas
de lirios desmadejados
acurrucado el chiquillo
escuchaba
el latigazo cantado
desde la caña flexible
que había capturado a su ave cantora 
¿Por qué canta el pájaro? preguntó
No canta porque tenga una afirmación que hacer, respondió su tío,
canta porque tiene un canto que expresar.




Tony de Mello, extracto del libro "El canto del pájaro"

El hombre piensa demasiado, reflexiona demasiado, habla demasiado. 
Palabras, 
palabras, 
palabras… 
Ruido, 
ruido, 
ruido…
Guarda silencio y mira la danza. Sencillamente, mira: 
una estrella, 
una flor, 
una hoja marchita, 
un pájaro, 
una piedra… 
cualquier fragmento de la danza sirve. 
Mira. Escucha. Huele. Toca. Saborea.

Si realmente has oído a un pájaro, si realmente has visto un árbol…, 
deberías saber más allá de las palabras y los conceptos.

Cuando miras un árbol y ves un árbol, no has visto realmente el árbol. Cuando miras un árbol y ves un milagro, entonces, por fin, has visto un árbol. ¿Alguna vez tu corazón se ha llenado de muda admiración cuando has oído el canto de un pájaro?



Fotos de David Guttenfelder

La captura de pájaros cantores y otras aves migratorias en los países mediterráneos sigue anualmente esquilmando las poblaciones de las mismas. La caza es mayoritariamente para su uso como mascotas o en concursos, así como alimento. La principal justificación de los cazadores y las entidades políticas cuya responsabilidad sería protegerlas es "no son nuestros pájaros, no son especies residentes". Algunos estudios han estimado que entre 0.5 y 1 billón de pájaros cantores son cazados cada año en Europa, unos 100-150 millones de ellos solo en Italia, el país con mayor tradición. Para más información leer el artículo Last Song for Migrating Birds publicado por National Geographic.


鳥の歌 – Song of the Birds

Entonces el vacío se descompone en un espacio deshabitado




Percepciones ilusorias en todos los límites, se decía sentado sobre el promontorio. Lo finito, lo circunscrito, no es más que un espejismo de lo real, la realidad una limitación de los sentidos, la realidad de todo es infinita. Inalcanzable. Desde aquella posición elevada observaba el cinturón inalterable que conformaba el horizonte. El círculo que lo albergaba. A él y a toda la vida que se desplegaba y extendía a lo ancho y largo de los valles que se abrían a sus pies. En ese momento una garza blanca le arroja un grito desde el fondo del valle, y desplegando sus alas alza el vuelo. A su voz se suma la otra garceta alba, y a ésta le secunda otra. Y otra y otra más. Una tras o otra. Decenas. Centenas. Miles de garzas se levantan de entre los arrozales suspendidos de las colinas para unirse en bandada a la primera. Se mueven como una individualidad por las arquitecturas del aire en un bullicio estridente y perturbador que envuelve el cielo. Alboroto blanco que crece y crece ante sus ojos devorando el azul celeste, hasta apoderarse de toda la escena. Borran el horizonte circular, otorgando a la imagen un color níveo. Un estrépito incoloro no finito que acaba extinguiéndose en el silencio dejando tan solo un espacio falto de contenido. Vacío. Vacío por unas fracciones de tiempo, hasta que el mismo se descompone y se convierte en una luz deshabitada.

Todo ha desaparecido, se dice asustado. ¿Me he quedado ciego? ¿o es ahora cuando veo con claridad la infinitud de las cosas? Todo sigue estando aquí, como la simetría de un lápiz sostenido en equilibrio sobre su punta. Cualquier dirección es tan buena como cualquier otra, una simetría perfecta respecto al eje del lápiz. Incluso cuando el lápiz cae, por azar, en una u otra dirección, se rompe espontáneamente la simetría. Pero la simetría sigue ahí, en leyes subyacentes, describiendo un espacio de todo lo ha ocurrido y de todo lo que puede ocurrir en sus infinitas posibilidades. La caída del lápiz implica transformar la inestable libertad de las posibilidades infinitas por la estable experiencia de la realidad finita limitada por los sentidos. Cegados los sentidos intuyo la infinidad de las posibilidades. Todo. El todo que queda circunscrito en la relación entre cualquier circunferencia y su diámetro. Su constante, un número irracional que visualiza el infinito. Abraza toda combinación de números sin secuencias repetidas en sus decimales. En esa cadena de dígitos puedo leer el nombre de cada una de las personas que he amado y amaré, la historia que conozco, la alternativa que nunca me vio nacer, la fecha, hora y manera exacta de mi muerte como singularidad, el código genético de cada ser vivo del Cosmos, y las respuestas a todas las grandes preguntas del Universo. Toda la información siempre ha existido y siempre existirá en la relación de una circunferencia y su diámetro.




π


3.1415926535 8979323846 2643383279 5028841971 6939937510 5820974944 5923078164 0628620899 8628034825 3421170679 8214808651 3282306647 0938446095 5058223172 5359408128 4811174502 8410270193 8521105559 6446229489 5493038196 4428810975 6659334461 2847564823 3786783165 2712019091 4564856692 3460348610 4543266482 1339360726 0249141273 7245870066 0631558817 4881520920 9628292540 9171536436 7892590360 0113305305 4882046652 1384146951 9415116094 3305727036 5759591953 0921861173 8193261179 3105118548 0744623799 6274956735 1885752724 8912279381 8301194912 9833673362 4406566430 8602139494 6395224737 1907021798 6094370277 0539217176 2931767523 8467481846 7669405132 0005681271 4526356082 7785771342 7577896091 7363717872 1468440901 2249534301 4654958537 1050792279 6892589235 4201995611 2129021960 8640344181 5981362977 4771309960 5187072113 4999999837 2978049951 0597317328 1609631859 5024459455 3469083026 4252230825 3344685035 2619311881 7101000313 7838752886 5875332083 8142061717 7669147303 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31 de mayo


Željko Bebek - Oprosti mi sto te volim


Ningún día debe borrarse de la memoria de los tiempos. 
Virgilio


Donde se quiere a los libros 
también se quiere a los hombres. 
Heinrich Heine.


31 de mayo de 1992, los balcones y ventanas de las poblaciones de Prijedor se visten con sábanas y banderas blancas. Aquel día, la radio local del municipio emite un comunicado en el cual se ordena a toda la población no serbia a colgar una sábana blanca en sus hogares, así como a lucir una banda blanca en el brazo cuando salgan de casa. Mediante esta ordenanza, que más tarde se reproducirá en otras localidades bosnias, las autoridades serbo-bosnias identifican a todos aquellos ciudadanos no serbios: bosnios musulmanes (bosniaks) y bosnios croatas.


El 31 de mayo de 1992 fue la primera vez, desde que en 1939 los nazis obligasen a los judíos polacos a vestir un brazalete amarillo con la estrella azul de David, que los miembros de unos grupos étnicos y religiosos fueron marcados de esta manera. Marcados para su exterminio. 

El 31 de mayo de 1992 marcó el primer día de una campaña de exterminio, violaciones sistemáticas y ejecuciones masivas, que culminaron en la creación de una serie de campos de concentración, cuyo resultado fue excluir al 94% de la población musulmana y croata del territorio de Prijedor.

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia declaró las campañas de persecución de los serbo-bosnios sobre las otras etnias de genocidio. La comunidad de Prijedor cambió para siempre, miles de personas fueron detenidas, torturadas, violadas, deportadas y asesinadas desconfigurando totalmente la población original de la región. A día de hoy, las víctimas y familiares de las mismas de la campaña genocida de Prijedor no han recibido ningún reconocimiento oficial por su sufrimiento y dolor.

La realidad actual de Bosnia Herzegovina sigue siendo compleja. Es un país dividido en dos en base de los acuerdos de paz firmados en 1995 para poner fin a la guerra. Dicho tratado dejó el municipio de Prijedor en manos de los serbo-bosnios, en lo que hoy se conoce como la República Serbia  (Republika Srpska). El gobierno local, encabezado por el alcalde Marco Pavic, siguen negando reconocer públicamente los crímenes cometidos en Prijedor, a pesar de las sentencias de tribunales internacionales y locales. El actual gobierno de la República Serbia no solo niega una y otra vez el genocidio cometido sobre la población no serbia, sino que además ha denegado las manifestaciones y conmemoraciones de los hechos acontecidos en la región. Se ha negado el acceso a monumentos conmemorativos en honor a las víctimas, se ha propuesto retirar algunos de estos monumentos de los cementerios locales, y a destruir de manera sistemática los lugares donde tuvieron lugar algunas de las mayores atrocidades, como el antiguo campo de concentración de Omarska que hoy está en manos de una compañía minera privada que prohibe el acceso al recinto histórico a las víctimas. Todo con la intención de borrar la historia para poder relatarla a su manera.


Es por ello que numerosas asociaciones de víctimas de Prijedor han propuesto que el próximo 31 de mayo se convierta de manera simbólica en el día internacional que ponga fin a la negación de todos los genocidios por razón de raza, etnia, religión o ideología política. El mensaje de la organización "Stop genocide denial" es:
¡Vistan un brazalete blanco, cuelguen una sábana blanca de sus ventanas el 31 de mayo! Que las víctimas de Prijedor y de todo el mundo sepan que no están solas.

Esta entrada hoy se viste un brazalete blanco en memoria de todas aquellas víctimas de genocidios de toda índole no reconocidos, que lamentablemente siguen siendo muchos en el mundo. Reconocer las propias faltas y crímenes, y pedir perdón por ello duele, pero el dolor es nimio comparado con el padecido por las víctimas. Y todas ellas se lo merecen.


En el mismo carácter de negación, los líderes serbios y de la República Serbia, siguen sin reconocer que durante la guerra, y el sitio de Sarajevo, las milicias serbo-bosnias bombardeasen todos los centros culturales, bibliotecas y archivos nacionales bosnios con el fin de destruir toda la herencia histórica y cultural de la población de Bosnia y Herzegovina.

"Allí donde ardan libros, en fondo arde también la existencia humana", dijo el poeta alemán Heinrich Heine en 1823, 75 años antes de entrar en el siglo XX. Siglo en el cual su profecía tomaría forma, y en la que la destrucción de libros y librerías sistemáticas ha sido practicada de manera sistemática en todo tipo de etnocidios y genocidios: desde la quema de libros de la Alemania nazi contra judíos y pensadores opuestos a su ideología, a la de los serbios en Croacia y Bosnia, la de Irak durante la ocupación de Kuwait, o la de China en su Revolución Cultural y la anexión de Tíbet. La destrucción de libros y documentos tiene una función simbólica y pragmática. La información destruida es aquella que sostiene históricamente o culturalmente al pueblo o cultura agredida, negando a la misma, dejándola desnuda y desprovista de una memoria que permita un renacimiento político y social de la misma. Quemar los libros, es quemar la herencia cultural para siempre.






Transcribo a continuación algunos fragmentos de un artículo publicado por primera vez en 1994, durante el sitio de Sarajevo, en la revista americana The New Combat por Kemal Bakaršić entonces bibliotecario del Museo Nacional de Sarajevo.



Noviembre de 1991, mi mujer Marina y yo acabábamos de ver en las noticias la destrucción brutal de Dubrovnik en la costa croata por parte del Ejército Popular Yugoslavo. No puede ser verdad, nos decíamos, pero está teniendo lugar ante nuestros ojos. El centro histórico está en llamas, la ciudad que tanto amábamos. En ella pasamos varias de nuestras vacaciones, decenas de fines de semana, e incluso la luna de miel. Está sucediendo en la televisión. ¿Llamaran algún día estas agresiones a nuestra puerta?

22 de abril de 1992. La rutina diaria de bombardeo sobre la ciudad de Sarajevo sigue su curso. A las nueve y media de la noche un mortero explota en nuestro jardín destrozando las ventanas del salón en el que nos encontramos sentados. El aire se llena de pequeñas partículas de vidrio, sentimos una oleada cálida de aire y el olor intenso de explosivo y cristal fundido. ¿Seguimos vivos? Por un momento, que parece horas, no estamos seguros. Dudamos. Al final, sí. Hemos sobrevivido.
A la mañana siguiente nos damos cuenta que la sacudida del proyectil a hecho caer de la estanterías a un libro especial: las cartas de 1926 entre Boris Pasternak, Marina Tsvetayeva y Rainer Maria Rilke. Fue el primer libro que regalé a Marina. Al recogerlo, descubrimos aterrorizados que una larga pieza de metralla se ha incrustado en su cubierta. Algo parecido a un milagro ha tenido lugar, y nos sentimos agradecidos. Desde ese momento, a dicha colección de cartas entre poetas la bautizamos como "El libro que salvó nuestras vidas".

17 de mayo de 1992. Los agresores han destruido deliberadamente el Instituto Oriental de Sarajevo. Su pérdida no puede ser valorada ni reparada. En menos de dos horas, 5.000 manuscritos inéditos, turcos, persas y árabes han ardido, junto a centenares de libros de tiempos de los otomanes, archivos con más de 200.000 páginas de cuando Bosnia fue gobernada por los otomanes (libros que nunca más podrán probar que pueblos eslavos convertidos al islam han habitado Bosnia durante cientos de años), 300 archivos de microfilmes sobre Bosnia de otras librerías, los 10.000 volúmenes de investigación del Instituto, más de 300 colecciones periódicas… todo ello perdido en las llamas.

27 de agosto de 1992, a primera hora de la mañana la Biblioteca Nacional es atacada e incendiada. Hasta veinticinco morteros desde cuatro posiciones distintas de las colinas que rodean la ciudad han impactado el edificio. Las calles adyacentes han continuado siendo bombardeadas durante todo el día para evitar que los bomberos puedan aplacar las llamas de la biblioteca. Lo irónico es que los propios agresores habían cortado el agua del distrito con anterioridad al bombardeo, por lo cual no había necesidad alguna de bombardear con granadas a los bomberos. Pero lo hicieron.
El ataque duró media hora. El incendio hasta el día siguiente. El sol se ensombreció por la humareda de los libros, y llovió papel carbonizado la ciudad, delicadas páginas en gris ceniza cayeron como una sucia y negra nieve. Capturando esas páginas uno podía sentir su calor, y por un momento leer un fragmento de su texto en una especie de negativo gris y negro, hasta que el calor se disipaba y la página se desmoronaba en polvo en tus manos.
Aproximadamente 1.200.000 libros y unas 600 colecciones periódicas fueron destruidas. Documentos administrativos, el catálogo, los ordenadores, los laboratorios de fotografía, los microfilms, libros excepcionales, piezas únicas, colecciones especiales, la biblioteca universitaria, todo se encontraba en el mismo edificio.
Parece ser que los nazis quemaron alrededor de veinte millones de libros. No en un solo lugar, sino en unas 45 localidades diferentes. El 27 de agosto de 1992, en Sarajevo, por tanto tuvo lugar la mayor quema de libros de la historia. En un día y una noche: un millón y cuarto de libros alimentaron las llamas.
Así es. Tenemos que tratar con esta clase de criminales. No sé que término los define mejor. ¿Agresores? Creo que este tipo de ataques  que están perpetrando contra museos y bibliotecas, no es más que un intento de borrar nuestra memoria de quienes somos. ¿Qué otra razón tendría alguien sino para quemar libros? Simplemente para dejar a la gente y su sociedad sin la memoria de su pasado.

Antes del inicio de la guerra, era el bibliotecario en cargo del Museo Nacional de Bosnia y Herzegovina, fundado en 1888 como el Landesmuseum de B-H, cuando Bosnia pasó a formar parte del imperio Austro-Húngaro. Hace tan solo unos años celebrábamos el centenario del museo. Es la biblioteca científica de tipo occidental más antigua de Bosnia con más de un cuarto de millón de libros, entre ellos el libro más famoso de tradición sefardí en Bosnia: la Haggada de Sarajevo.
La Haggada de Sarajevo contiene poemas, cantos y dibujos sobre la liberación de los judíos de Egipto. Se escribió entre los siglos XII y XIV, y llegó a Bosnia a través de la familia Cohen en el siglo XVI, después que la reina Isabel la Católica expulsase a los judíos de España. Es posiblemente la más importante y bella Haggada que existe. Estudiosos de todo el mundo han acudido a verla y estudiarla. […]

Cuando en marzo de 1992 se alzaron las primeras barricadas en el distrito de Grbavica, mis compañeros y yo nos dimos cuenta que el museo estaba en peligro, y con ello sus libros. Al riego de los morteros había que añadir el de los francotiradores, por lo que nos convertimos en sombras silenciosas durante la evacuación de su colección de libros. Me ausente de casa durante semanas para llevar a cabo la misión, y cada vez que dejaba el museo besaba sus paredes y puertas suplicando "Por favor Dios, no dejes que mi biblioteca arda. Todavía no". Unos dos kilómetros de libros fueron evacuados, sin apenas cajas, los cargamos en nuestros brazos. Tras un par de meses conseguimos ponerlos a resguardo, y entonces dije: "Vale, si queréis prenderle fuego ahora, intentadlo. Es todo vuestro. Si queréis destruidlo, destruidlo. No podéis dañarme. Ya no podéis dañarme. Mis libros se encuentran en un lugar seguro".
El museo fue bombardeado más tarde hasta dejarlo en ruinas, pero habíamos salvado todas las exhibiciones, algunas de ellas de más de 105 años.

Soy musulmán. Soy ateísta. Un hombre de ciencias. Me considero un hombre cosmopolita. El padre de Marina es un croata de Sarajevo. Su madre una serbia de Banja Luka. Celebramos todas las celebraciones religiosas, musulmanas, católicas y ortodoxas. Mis dos hermanas están casadas con croatas. Nuestro cada día es una mezcla, y con la mayoría de gente de Sarajevo creo que pasa lo mismo. Por supuesto que hay problemas ahora. La mayoría de serbios han huido, los croatas actúan en ambos bandos, pero no por ello debemos crear un ghetto musulmán en Bosnia. Eso destrozaría nuestra tradición, nuestra manera de ser como pueblo mixto y nuestra manera de vivir la vida. Nunca se nos forzó a vivir juntos. Realmente vivimos juntos.

Estamos frustrados. No tenemos comida. Me vuelvo loco por un cigarrillo. Por tener agua caliente corriente. Por electricidad. Pero uno puede acostumbrarse a todo ello. Lo que me resulta más importante es comunicarme con el mundo, por intercambiar ideas. El debate, el diálogo. Este tipo de cosas son las que debemos garantizarnos para tener un futuro. Sufrimos un bloqueo de comunicación total: los teléfonos, el correo, los convoyes, los autobuses, trenes, aviones, los ordenadores, conferencias, y un largo etcétera. Es en esa dirección en la que debemos trabajar: en una nueva estructura para comunicarnos con el mundo.     









Bienvenido a la era del hombre moderno





Debemos tomar conciencia del mundo que habitamos.

El aquí y ahora de nuestro planeta vienen definidos por la astronomía y la geología. El aquí de la astronomía nos sitúa como un pequeño planeta orbitando elipsoidalmente alrededor de una de las miles de estrellas que conforman uno de los brazos espirales de la galaxia bautizada en tiempos remotos como Vía Láctea. La cual a su vez forma parte de un enorme conglomerado de galaxias que los físicos llaman Virgo, uno de los millones que parecen contener el vasto y aún desconocido Universo. Esta es la posición estelar del diminuto, observado desde fuera y en su totalidad, mundo que habitamos. Por otro lado la geología data nuestra posición temporal en el Holoceno, una época de unos 11.000 años que se caracteriza por una gran estabilidad geológica y de unas condiciones climáticas clementes dentro del periodo Cuaternario, lo que propició el surgimiento de la autodenominada civilización humana. Las previas épocas del Cuaternario se caracterizan por sus cambios climáticos bruscos que incluyen un gran número de diferentes periodos glaciares que se conocen como Edad del Hielo. El Cuaternario a su vez cabe dentro de la Era Cenozoica o Era Terciaria, un lapso de tiempo que se extiende unos 65 millones de años durante los cuales se abrió el Atlántico norte, se cerró el mar de Tetis entre Eurasia y Arabia y se alzaron las montañas del Himalaya, y las cordilleras de los Pirineos y los Alpes. A lo largo de esta Era, la superficie terrestre vivió el florecimiento, nunca mejor dicho, de las plantas con flor (angiospermas) y la diversificación de los mamíferos. Y así, el registro fósil y la dotación de la composición de las rocas van trazando un calendario hacia el pasado que se va reajustando ligeramente continuamente y que se pierde en el eón Fanerozoico de más de 540 millones de años donde los fósiles escasean y el tiempo se vuelve escurridizo y difícil de rastrear.



¡BIENVENIDO A LA ERA DEL HOMBRE MODERNO!

Sin embargo nuevas voces de científicos abogan que el Holoceno ya lo hemos dejado atrás y que hemos entrado en otra época que han bautizado como Antropoceno, la Era del hombre moderno, la era en la que los humanos modelan el ambiente y la Tierra según sus necesidades. De manera consciente y voluntaria en ocasiones y de manera involuntaria en muchas otras como consecuencia de sus acciones voluntarias. Así el planeta ha sufrido en los últimos años unos agravios sin precedentes en la historia que va desde la explotación de los fondos marinos, a la construcción de colosales presas, drenajes de ríos y deltas, perforación de inmensas minas o explotación de pedreras y canteras que hacen desaparecer montañas enteras, deforestaciones masivas para edificaciones urbanas, creación de extensiones inalcanzables a la vista de monocultivos, sin mencionar la extinción de los recursos animales como la pesca incontrolada o el uso excesivo de insecticidas. Un listado enorme de despropósitos ecológicos con o sin conocimiento cuya mayor consecuencia son el debatido cambio climático, la acidificación de océanos y mares, o grandes cambios en la composición química de la atmósfera.

Todas estas alteraciones están dando lugar a una rápida desaparición de glaciares, la desertificación de nuevas regiones y continuos cambios en la distribución de masas forestales y especies animales que procuran reencontrar las condiciones climáticas perdidas en sus previas distribuciones como consecuencia del calentamiento global. 

En su afán por crear un mundo a su medida, el hombre ha ido a lo largo de su historia, y especialmente en el último siglo y medio desatendiendo y destrozando el mundo natural sin ser consciente de su dependencia, económica, fisiológica, psicológica y emocional. Se estima que se talan unos 130.000 kilómetros cuadrados por año de zonas forestales, y que más del 75% de la superficie terrestre ha sido alterada para las actividades humanas, y la lista roja de especies en peligro de extinción no hace más que incrementar con cada nuevo informe.

En los últimos siglos los avances científicos se dedicaron a desplazar al ser humano de una privilegiada posición central, a una posición periférica dentro de las Ciencias Naturales: primero con Copérnico moviendo la Tierra como centro del universo defendida por la Iglesia, y tres siglos más tarde con Darwin al situar al ser humano como una rama más del árbol evolutivo, quitándole así el título de especie privilegiada. Sin embargo, lamentablemente, la Era del hombre moderno devuelve al humano el centro de atención dentro de las Ciencias Naturales, pues éste ha pasado de ser un mero y pasivo observador del mundo natural al elemento con mayor peso e influencia en los cambios que están teniendo lugar en el mundo natural. Las actividades humanas están no solo consumiendo todos los recursos naturales a un ritmo vertiginoso y peligroso, sino que con ello están alterando los ciclos atmosféricos y geológicos que regían la Tierra hace poco más de un siglo cuando empezó la revolución industrial, determinando y arrastrando con ello no solo su futuro, sino el de todos los organismos con los que comparte el planeta.

LA ADORACIÓN DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

Escuchando los discursos de la mayoría de políticos y economistas (que se presentan abierta y descaradamente como los nuevos gobernantes del mundo en los últimos años), el crecimiento económico parece ser la religión secular del mundo. Sin embargo para una gran mayoría del mundo, es un Dios fallido, un Dios caído en desgracia, tanto para países en desarrollo como para las denominadas sociedades ricas en las que en estos momentos su veneración está generando más problemas de los que está resolviendo. Susodicha adoración, y fe ciega en sus doctrinas no solo está agravando la calidad de vida de individuos, familias, comunidades o países enteros, sino que al mismo tiempo va empujando al conjunto entero de la humanidad y todos los organismos vivos con los que compartimos el planeta hacia una catástrofe ambiental que se viene denunciando desde los años 70 pero sin apenas consecuencias, negada e ignorada por las políticas que se aferran al crecimiento económico. 

Los defensores de la doctrina del crecimiento ilimitado, censuran el discurso contrario argumentando que es mediante el crecimiento y el enriquecimiento que se pueden desarrollar tecnologías que permitan combatir los efectos del calentamiento global (cuando éste es reconocido, que no lo es en la mayoría de los casos), y una explotación más respetuosa con el medio ambiente. Siguen considerando y categorizando a aquellos que hablan en contra del crecimiento económico como de personas anti-nucleares, anti-tecnología y anti-industria, de gente que quiere dar un paso atrás en lo que ellos denominan civilización, sin escuchar muchas de las nuevas voces de ecólogos y ecologistas que se alzan en la defensa del medio ambiente que no demonizan la tecnología ni la industralización, pero sí el crecimiento perpetuo. Claman un cambio de mentalidad en las sociedades, a través de la educación y sus políticas, que conlleve una contracción intencionada de unas economías tremendamente sobredimensionadas e infladas bajo el falso mito de que el crecimiento es la única solución para las economías de los países y sus sociedades. Un mantra con el que se inculca a los niños desde edad temprana, para así asegurarse nuevas generaciones dóciles y temerosas ante un posible cambio de estilo de vida, que cada vez parece más y más necesario. Cuando en 1972 se publicó el libro "The limits to growth" en la que evaluaban varios modelos de crecimiento, la mayoría de ellos prediciendo un colapso del sistema por agotamiento de los recursos, se alzaron un gran número de voces en contra por el poco realismo y simplismo de los modelos empleados. Sin embargo recientes reediciones actualizadas del mismo 30 años más tarde, y otros estudios han alertado que la situación actual, casi 40 años más tarde no solo se ajusta mucho a los modelos, sino que en algunos casos es peor de la que dibujaban los diferentes escenarios matemáticos. El agotamiento de varios recursos no renovables que hoy en día resultan indispensables para la elaboración de baterías, paneles solares, medicamentos, etc puede tener lugar en menos de dos o tres décadas, mientras que el de recursos pesqueros o de terrenos buenos para la agricultura podrían tener lugar en menos de un siglo.



Estos son algunas de las posibles consecuencias de una ideología que cada vez resulta más incomprensible e insostenible para una parte de la sociedad que ve como el Dios del crecimiento económico, personificado en el consumismo, erosiona la calidad de vida de millones de vidas en una búsqueda implacable globalizada de recursos naturales y de energía alejándose cada más de las más profundas y básicas necesidades humanas. Pisoteando y hundiendo países con el fin de prorrogar la persistencia de un sistema consumista que ha fallado en sucesivas situaciones, pero al que economistas y políticos siguen aferrándose como quien se aferra ciegamente a una religión, sin considerar el dolor y daño que hacen con ello a millones de vidas y al mundo en su conjunto. Debe darse un cambio, la gente debe recapacitar sobre sus actuaciones y ser conscientes de ellas, y pensar seriamente si los escenarios de colapso que cada vez se perfilan más próximos son los que deseamos para nosotros mismos, o para nuestras más próximas generaciones. El tiempo pasa y nada cambia, deberíamos pensar en ello. O mejor, dejar de pensar en ello y empezar a actuar.

Ilustración de Jacques Cardon


Os dejo con un fragmento del discurso de Severn Cullis-Suzuki, la niña de 12 años que en la Primera Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo celebrada por la ONU en Río de Janeiro de 1992  silenció y avergonzó a diplomáticos y políticos durante 6 minutos. Lamentablemente, la ya no niña, sino bióloga y activista ambiental el año pasado tuvo que acusar en su segundo discurso ante la ONU de que entre 1992 y 2012 nada había cambiado.

"Todo esto ocurre ante nuestros ojos, y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen.
No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.
Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo.
Aquí, ustedes son seguramente delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanas y hermanos, tías y tíos, y todos ustedes son hijos.
Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco mil millones de miembros, treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso.
Aún soy sólo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo."