diarios islandeses (xiv)


–Creo que debería rebautizarte. A partir de ahora voy a llamarte Kyrrð.
–¿Kyrrð?
–No está mal la pronunciación. ¿No te gusta como suena? Significa, calma. Silencio.
–¿Silencio?
–Sí. Creo que es un nombre adecuado dada tu personalidad. Con tanto ruido como hay alrededor, compartir una tarde contigo es como silenciar todo este alboroto. Es como si hicieses callar el estruendo exterior. Consigues que todo mi ruidoso interior se vacíe y enmudezca por un tiempo para dejarme apreciar el silencio y así poder escuchar de nuevo –calla y me mira esperando una reacción por mi parte–. ¿No te satisface tu nuevo nombre? ¿Nada que alegar en tu defensa?
Niego con la cabeza.
–¿Y eso? ¿Ya no hablas?
–Me debo a mi nuevo nombre.
–¡Tonto!




6 degustaciones:

Aina Rotger Vives dijo...

Le habría intercambiado el género a los dialogantes.

Ainhoa Miera dijo...

Es... tierno.

vera eikon dijo...

Diálogo encantador. Beso, Aka

Rocío dijo...

Jo, qué tierno, de verdad...
y qué bonito, qué bonito una persona que sea capaz de callar el estruendo del mundo :)

F. dijo...

Yo, oigo silencio y calma y me desahogo en elogios...me encanta!

Aka dijo...

muchas gracias por vuestros comentarios.
Quizás tengas razón con el cambio de género Aina, me venció el que a los chicos también nos guste que nos digan cosas tiernas ;)