Vértigos (II)


Fraçois Mache: Nocturne for piano and tape


Nuevo repiquetear del trote de los caballos. No los veo pero percibo sus cascos sobre las calles, sobre mi pecho, van cercando la ciudad, extendiendo su vaho en forma de neblina, vaporizando la luz de las farolas. Sus pulmones conmutan en vapor el aire. En su noche, las ventanas se transfiguran en fuegos fatuos y hasta la noche se teme a sí misma. Danza la ciudad en silencio.

La conversación con la polilla vuelve sobre sí. El temor excava un hoyo en el cuerpo de sus habitantes, una madriguera llena de recodos por la que deslizarse al más amagado de los espacios. Allí donde se amontonan y descomponen los deseos. El miedo tiene forma de topo ciego. Corro para escapar del mismo en pos del puente para alcanzar el otro lado del río.

La bruma se precipita por los muros enmohecidos del canal, humedad buscando agua. El cielo sigue siendo negro más allá del puente. Junto a la catedral, en medio del parque, apartada de la luz de las farolas una bufanda zarandea alrededor del cuello de una mujer. Ella permanece inmóvil ceñida a un árbol, con sus labios descansando sobre la corteza. En esta época del año puede sentirse el calor que desprende el taño, el palpitar de la savia que circula desde las raíces hasta las hojas. Sus labios amoratados y quebrados por el frío sangran. Dimensión cromática de rosa, magenta, morado y rojo que acaricia la tibieza del tronco. Las cerezas maduras se hacinan a su alrededor, al pie del árbol desprendiendo un fuerte olor etílico que embriaga. Sobre su cabeza las ramas en ascuas de las cuales una decena de grajillas picotean sus fruto en llamas.

Las cerezas tintinean a merced del viento, también lo hace el columpio vacío, vacío como una mirada sin vida que mece el aire. Mientras, sus dientes forcejean con los labios asestándose nuevas heridas, una por cada rechinar del columpio. Dulce, el sabor de la sangre es predominantemente dulce, y por ello se lame las heridas con la punta de la lengua. Desearía despintarme de mi forma gatuna y ser humano por unos instantes para degustar sus labios, más solo puedo restregarme contra sus pantalones y ronronear. 

"Minino, ¿qué quieres? ¿tienes hambre?" Sus labios son melodía. Do bemol, Sol, Si, Mi menor. Me enamoro de su cadencia. De sus labios encendidos, de la elegancia con que recoge su cabello, del mechón que escapa y escinde el rostro, la mirada, y la gracia con la que bufa para devolver el mechón a su sitio. Pasaría la noche allí junto a ella, pero pezuñas de caballo reverberan en mi pecho. "¡Corre conmigo!" quiero gritarle, "¡Olvida el columpio!", pero no nos entendemos, nunca podrá abandonar el columpio, así que me alejo siguiendo el paseo ahora mal guiado por un corazón en llamas. 




19 degustaciones:

Aina Rotger Vives dijo...

Tus relatos me resultan inquietantes, imagino siempre la escena con niebla, un halo de misterio te envuelve.

Eres una persona muy sensitiva, te fijas en los pormenores y expresas los colores y los olores con tanta definición que siento que los percibo.

Es lo que más me llama la atención de tus escritos y lo que te caracteriza: ser amante del detalle.

Leerte es casi hipnotizante.

EG dijo...

Que maravilla! escribiste desde un gato, quedé impactada al darme cuenta! Enfáticamente deseamos que los animales nos entiendan y jamás se nos ocurriría entenderlos a ellos. Siempre hay un mensaje.

Y este relato es encantador, cada detalle. El de los labios besando el árbol...sublime.

çç dijo...

Se porqué me era imposible decirte palabra alguna, sabía que otro lobo, llegaría y aullaría dando voz a mis pensamientos. Escucho el nocturno mientras saboreo las cadencias. la conversación con la polilla, consciente de lo arcano que tenía la luz y la verdad, cerca la muerte sin embargo abandonada. Para más tarde encontrarse el "animal" con alguien abandonado a un perpetuo movi...., perdona, estoy buscando simbologías y no debo. Ahondar en un texto tan prístino y calmo. Diré en cambio una frase de Victor Hugo. “Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.”
Saludos, volveré para girar un poco si cabe la apreciación. Ante textos así experimento la mera bondad de dejar, a los que te leemos, inmiscuirnos en la sombras de la historia. Gracias.

Frida la llorona dijo...

Tremenda sensibilidad. Tanto gris...con unos labios que besan y sangran de puro helor...un árbol, el simbolo exquisito de la vida.
Gracias por tan bellísimo relato o vino....me sobresaltas de sensaciones gratas.
Petons desde Barna....

vera eikon dijo...

Tus textos son como bolitas de cristal con nieve dentro. Tan bellos de comtemplar que dan ganas de quedarse a vivir en ellos. Aunque uno no pueda evitar sumirse en la melancolía, a pesar de ese columpio vacío. Los labios se me hacen sangre...bico

Kris Diminutayazul dijo...

como te han dicho por aquí, mágica la atmósfera que creas y en la que puedes mecerte..
ganas de correr y seguir escuchando melodías

i* dijo...

Con gusto te envío un acorde de séptima disminuida ;)

Un abrazo, desde columpios rotos...

Aka dijo...

Aina, espero que el inquietante sea bueno. Lo de los detalles posiblemente sea un defecto de profesión, aprender a observar es básico para lo que hago, así que a mi curiosidad infantil se le suma la necesidad profesional.
besos

Aka dijo...

Sí Emma, nadie como un gato para desenvolverse de noche por las calles. Sería lindo que nos entendieran, y los entendiéramos. A saber lo que siente y piensa un animal… solo espero que no sean tan complejos como nosotros! Muchas gracias por el comentario, me alegro que te guste el relato.
un beso

Aka dijo...

Que frase más buena la V.Hugo, no la conocía pero es muy cierta. Cuando uno está sentado acariciando a un gato en su regazo siente una sensación placentera de sentirse seguro, relajado, sin miedo… como si fuese un tigre lo que nos custodia y no un gato. Vuelve cuantas veces quieras a girar el texto, tus apreciaciones siempre son bienvenidas. Aprendo mucho de mis textos a través de vuestros comentarios, así que si otro lobo te aúlla me encantaría escucharlo.
un abrazo, y gracias a ti por leer y comentar.

Aka dijo...

Frida, no se merecen las gracias, eso debo repartirlas yo entre los que os paráis a leer y comentar. Son un soplo de ánimo para seguir robando tiempo a otras cosas para escribir y leer.
Petons i una abraçada desde Suècia

Aka dijo...

Qué bonito Vera lo de las bolas con nieve, me encanta la comparación. Siempre me han gustado esas bolas con esos mundos encerrados como sueños que pueden observarse. La melancolía va conmigo estos días, así que se engancha en los escritos, pero bien pronto llegan las vacaciones y me podré desprender de ella por un tiempo.
bicos

Aka dijo...

Kristel, gracias por la visita, te dejo seguir corriendo y escuchando melodías por tus pequeños mundos azules.
besos

Aka dijo...

Se acepta el acorde de séptima disminuida i*, vigila no caigas del columpio roto :). Un abrazo

Mixha Zizek dijo...

Aka el texto es muy hermoso, me gusta tu forma de narrar es poética... Un texto intenso, que involucra al lector con gran textura en la palabra, me gusta el final, la puedo visuelizar a ella a través de tus palabras y verte alejarte con tu corazón en llamas. Un cierre hermoso.

Aka y gracias por tus palabras, siempre,

un abrazo grande

Aka dijo...

Mixha que bien que consiga hacer llegar las imágenes hasta otros a través de las palabras, me alegra saberlo. Muchas gracias por el comentario, y de nada por la palabras, siempre un gusto leerte, y ánimos.

un fuerte abrazo

STAROSTA dijo...

HOLA

Y bueno....usted lo ha logrado con esta entrada de una forma impresionante!!!!! La calidad de las imagenes que transmite son propias de alguien con un talento precioso para escribir. Yo lo felicito, y hasta lo envidio (de buen forma)

Y si.....a veces uno quiere correr, pero pocos desean mover sus piernas...en un sentido mas amplio de esta entrada, pienso que mas que un reflejo de un amor, ud dibujo con sus magnificas letras, el oleo de lo que es la vida...

FELICITACIONES. SIGA PUBLICANDO SIN DESCANSO. ES UD UN ESCRITOR!!!!

STAROSTA
(UN PRODUCTO DE SU IMAGINACION)

Aka dijo...

Starosta, gracias por los comentarios. Cierto, las piernas no siempre nos llevan donde desearíamos ir... aunque quizás les resultaría más fácil saber que dirección tomar si lo tuviésemos realmente claro de antemano.

Un abrazo

Scarlet2807 dijo...

Te leo por primera vez, te vi entre mis seguidores y vine a conocerte.
Para serte franca, no entiendo mucho tu texto (aparte de la polilla muerta), pero no me preocupa no entender, porque creo que tus escritos, mas que para entender, son para sentir, y transmites mucho.Sensaciones, olores, estado de ánimo, etc...
Me gustó, por lo tanto si me lo permites me quedo.
Besitos en el alma
Scarlet2807