Puerto Muerto: Hangman's song
–Nunca me explicaste qué pasó entre vosotros.
–Te lo hubiese explicado si tuviese una explicación. Pero aún a día de hoy no la he encontrado.
–¿Nada?¿No lo hablasteis?
–Sí, lo hablamos. O al menos lo intentamos varias veces. Pero tengo el presentimiento que nunca entendimos nada. Yo al menos. Cada intento por entender lo que nos pasaba acababa como menos con los dos sentados en el suelo del pasillo, como si así evitásemos las comodidades que no eran propias para la situación, con los ojos llorosos y disculpándonos recíprocamente por no ser capaces de explicarnos lo que estaba sucediendo. Cuando las palabras no daban de sí, nos atraíamos el uno al otro, nos abrazábamos y quedábamos así en silencio un largo tiempo. Yo peinando sus cabellos con mis dedos mientras ella se recostaba sobre mi pecho, y por un momento todo parecía que volvía a ser como antes, pero sabíamos que era un espejismo, una fantasía proyectada desde el pasado y la tristeza no nos abandonaba. Ahora que lo pienso, creo que llegué a sentir cierta adicción por aquellas sensaciones. Por hundirme en la desolación en su compañía. Ahora me parecen unos actos casi de terrorismo, en los cuales cada uno exhibía sus heridas al otro para tentar su vulnerabilidad.
–¿No sacasteis nada en claro?
–No. Ella no era capaz de explicar lo que había sucedido, se había desenamorado paulatinamente y cuando fue consciente de ello empezó a destruirse a si misma. Tu no la viste en aquella época, ¿no? Se consumió como un fósforo, sin llama pero con un dolor interno que abrasaba sus entrañas. Su figura fue encogiéndose, reduciéndose. En casa era menos que una sombra, ligera y pesada al mismo tiempo, se arrastraba por las habitaciones evitando toda interacción. Las conversaciones eran huecas, había palabras pero no había mensaje, y mucho menos receptor. Eramos oídos perforados que caíamos sin equilibrio. No había comunicación menos cuando sucumbíamos y acabábamos otra vez en el suelo junto a la puerta. Ambos queríamos y no queríamos huir de ahí, y entonces sangrábamos sentimientos hasta que el dolor era tan grande que teníamos que apretarnos el uno al otro fuertemente para frenar la hemorragia.
He llegado a la conclusión que llegado un punto, ambos sufríamos más por el sufrimiento ajeno que del propio. Ella se culpaba por ser incapaz de mantenerse enamorada y dañarme, y yo por no ser capaz de amarla como se merecía y condenarla a tener que pasar por aquello. Supongo que eso es amor. ¿Pero qué clase de amor es éste? Uno que despierta cuando vemos a la otra persona sufrir por nosotros, que nos inhabilita como personas felices. Que nace del mismo proceso de desenamorarse e intenta mediante puntos de sutura dolorosos aferrarse a nosotros.
–¿Pero ya lo habéis superado?
–Han transcurrido unos cuantos años ya de aquello. Pero no la olvido, ¿cómo olvidarla? Seguimos en contacto, nos escribimos con cierta frecuencia y nos explicamos como van las cosas. Seguimos aferrados a algo que se perdió en algún momento. El mismo día que decidió marcharse, al volver de la facultad encontré en el comedor una urraca muerta. A su alrededor se extendían plumones negros mecidos por la brisa que entraba desde la terraza y un rastro de sangre oscura y viscosa esparcido por el suelo. El gato me observaba desde detrás de la ventana con sus ojos bien abiertos, luego desapareció hasta la noche. Más tarde ella llegó y me dijo que tenía que irse, que se iba. Aquella noche, solo, en la cama convertida en un espacio opresor por inagotable, se mezclaron las imágenes del pájaro destripado y de nosotros, un nosotros que se iba desvaneciendo hasta quedarme yo solo metamorfoseado en el ave muerta. Confusión de imágenes y sensaciones que siguen conmigo. ¿Sabes? Guardo todavía algunas de sus plumas metalizadas en algún rincón..., sigo sin entender nada.
La primera fotografía pertenece a Circumsonovates de deviantART (http://circumsonovates.deviantart.com/art/Bird-Skeleton-64109051)
15 degustaciones:
Estas cosas siempre son complicadas, es lo que suelen decir, pero es muy cierto también. Un abrazo desde luz y penumbra ;)
basta con eso, no entender: sentir
HOLA
ES TREMENDO ESO DE LA RUPTURA. SI DOS PERSONAS NO SE SABEN COMUNICAR ES COMO LLAMAR POR UN TELEFONO ROTO O ENVIAR CORRESPONDENCIA A UNA CASA VACIA.....
Y A VECES ENTRE RELACIONES SE CREAN NUDOS INEXPUGNABLES Y LA GENTE SE VA SIN IRSE DEL TODO....POR ESO ES MEJOR "DELETE" CEREBRAL Y CONTINUAR......A VECES SE LOGRA....
A VECES
UN SALUDO
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE SU IMAGINACION)
Ayer viví una ruptura, esas que se suceden en la vida del Farero. Todas son distintas, todas las rupturas.... maceran, indistintamente en el mismo estante, en una bodega a la que solemos acudir para representar el futuro, eso hace más triste todavía la ruptura.
Es desolador, pero así es. Si al amor no le pedimos explicaciones por qué necesitamos pedírselas al desamor. Sin más, sucede. Ese aferrarse de los protagonistas de la historia me parece algo así como los estertores de la muerte. Creo que si uno ya no ama, el amor se murió. Porque jamás se podrá resucitar sólo con el amor de uno. Que augurio más macabro el del pájaro. Esas plumas en el bolsillo son como las cenizas del cadáver del amor. Besos
Bueno... el echo de que no la olvides con el paso del tiempo ya es significativo, y que os aferréis a algo que dejó de existir... a veces sobran las palabras...
Besos
Las rupturas son desagradables pero en ocasiones aliviador, vivir una relación tal y como la que describes es agonizante.
Me suena demasiado y me parece acertado, muy acertado la decisión de la mujer, el paso que dió para que ambos pudieran vivir.
Aka me ha encantado cómo lo has contado. Y las fotos son estupendas.
Un beso
Aka que me ha gustado como has presentado está situación del pasado, aunque desoladora , siempre hay que tomar decisiones, y me parece que era lo que tenía que suceder. La imagen del ave muerta me gusta mucho, me trajo a la mente a Poe, me gustó mucho este texto, besos
Ay, qué duro, Aka.
Pero como dice Vera, si no le buscamos explicaciones al amor...¿para qué hacerlo al desamor?
Un beso
Aulladora, todo se torna complicado en cuanto intentamos comprenderlo. Algunas más que otras, los sentimientos afortunadamente se resisten a la comprensión.
Un abrazo desde la estepa.
Exacto Kristel, sentir es lo único importante, la memoria está hecha de sentimientos no de entendimientos. Besos
Starosta, gracias por el comentario. Enviar correspondencia a una casa vacía puede resultar más útil que probar la comunicación sino se quiere escuchar, quién sabe quizás alguien recoja las cartas. Un saludo
Rider, me gusta mucho la idea de una bodega con las memorias de las rupturas, con el tiempo acaban fermentando todas ellas, acudir a ellas con demasiada frecuencia puede ser embriagador. Un abrazo
Vera cuanta razón tienes, pocas veces nos planteamos el amor, ¿por qué deberíamos hacerlo con el desamor? Cuando uno se retira al otro no le queda más remedio que claudicar, en un juego de dos uno no tiene nada que hacer. Lo del pájaro me vino por las trastadas del gato que parece haberle cogido el truco a los pajaritos de la calle. Besos
Si, Pati, las palabras son incapaces de expresar según que sentimientos, o no existen o se vuelven cobardes y tímidas en según que circunstancias. Un beso
Aina, las rupturas todo y dolorosas suelen ser saneadoras, permiten que soltemos lastre y seamos capaces de volver a soñar con el tiempo. Petons
Gracias Carmela, si, la decisión de intentar mantener algo cuando ya no funciona sea por las razones que sean no conduce a nada, y lo mejor es liberarse para poder salvar el cariño y aprecio que se siente por la otra persona antes que las circunstancias también acaben con ello. Besos
Mixha, gracias por el comentario, como dices era lo que tenía que suceder, la historia no podía desarrollarse de otra manera. La foto también me gustó, y ahora que lo dices si que tiene un aire Poeriano. Besos
Sin preguntas Sentimentiras sería más fácil, pero así como la felicidad no se cuestiona, las tragedias sí, quizás con la "buena" intención de aprender de los errores y no repetirlos… aunque ya se sabe que en este campo la experiencia no cuenta mucho, los sentimientos no parecen tener memoria. Un beso
...me encantan las plumas y por eso, revisando, para empezar a leerte, inicié el camino por aquí......y...me he quedado helada en una imagen pasada de mí........me has devuelto al momento primero en que descubrí lo terrible que es que la única persona que te puede consolar es aquella que te está destrozando (y al revés igual), y también cuando se llega a ese punto en el que se suprime el remordimiento y también el perdón, porque simplemente hay que alimentarse y continuar...
En cualquier caso, todo está bien, no hay amor sin desamor sin amor sin desamor sin amor...........porque, como bien dices, los sentimientos parecen no tener memoria, al menos no para aprender...
Genial el texto.
Un abrazo.
Maquinista, muchas gracias por el comentario. Supongo que debe ser algo que le sucede a casi todo el mundo, a mí me paso ya hace algún tiempo y fue como dices un proceso destructivo, involuntario pero destructivo tanto para uno como para el otro, por esa necesidad de consuelo mutuo extraño del que nos costó realmente desengancharnos... los sentimientos tienen memoria pero no aprenden, son seres curiosos, dignos de estudio...
besos y un abrazo, bienvenida!
Bien hallada ;))
...y no sé si el problema radicará precisamente en que siempre estamos intentando estudiarlos....si es que somos así nosotros también, curiosos y extraños...
Besos.
está claro que somos curiosos y extraños, no debería sorprendernos que los sentimientos no lo fuesen... un beso
Publicar un comentario