Mirar con delicadeza el relámpago





   Hay días que se abren y
   despierto como pájaro
   abierto que vuela,
   con pies de viento
   hecho de hueso ligero.
   Miro entonces el relámpago
   con delicadeza
   cuando me detengo
   frente al espejo.
   Lo imposible se escapa
   por algún punto
   de los que revela
   la soledad callada.
   Por la boca el pájaro
   asoma alucinado
   enfundado en plumón pardo
   piando al imposible
   gesto de amar en soledad.
   Y verme cayendo,
   cayendo de mi propia boca,
   boca que alberga el paisaje
   del agua batiéndose
   en un sueño de remolinos
   en posición fetal
   hasta escapar por la ventana
   avergonzado y sin lágrimas
   que confunden a la inercia
   del aire que empuja
   que cede, que corre,
   que el viento no 
   se equivoca de destino,
   que el día se abre
   el pájaro se abre
   y vuela.
   y vuelo.
  o quiero.
  deseo.
  nunca.
  siempre.
  caigo.
      c 
          a 
        i
             g
      o
   vuelo.               e            o
         v                        l
              u
         vivo.



1 degustaciones:

elmaquinistaciego dijo...

Es tan fina la línea que define qué es posible y qué es imposible...y tan fácil que se escapen o se acomoden en nuestras manos ambos 'pájaros'.
Un poema tan angustioso como liberador. Se puede uno sentir identificado y al mismo tiempo ser un mero espectador, podemos quedarnos atrapados o simplemente mirar de lejos, tras la puerta de ese baño (imaginé el espejo en el baño, la espalda todavía sin cubrir, el rostro tan lejos del reflejo...)
Gracias por el vídeo musical, muy buenos ;)

Que pases un buen fin de semana, y una semana, y un mes...y muchos vuelos ;)
Abrazo, Aka.