Flotar como si viviese,
lejos de la costa,
del otro y del que quiero,
lejos de sus contornos,
escoltado por gaviotas
reidoras como hienas
que dan vueltas
y vueltas
y más vueltas
invocando a un tornado
que se me lleve
flotando,
por liviano,
porque no peso
porque no vivo
porque si no arriesgo
no vivo
si no vivo
no escribo
Y me lio
y me piso
se me enredan los pasos
y se me cruzan las piernas
y sin querer me caigo
y distraído,
ignorante,
me dejo arrastrar,
donde me lleven
las lluvias que paseando
sobre mis mañanas
acarreen mi ligereza
de cántaro hueco y distraído
y me arrojen al mar
que no quiero misericordia
ni quiero milagro.
No quiero regresar.
Flotar
sólo
por no vivir,
ser sardina porque no alcanzo a ser salmón
ser improvisada isla de cangrejos
y hundirme mientras contengo el bostezo
por la que se escapa una vida madura que atrae moscas.
Y ser tragado por la claridad
adentrándome
en el azul
en su complejidad móvil
y lenguaje insonoro
que el mar parece
que acariciando hable.
Es tiempo de agua,
de agua
que limpie
que aclare
la vida tatuada
bajo la luna de mis pestañas.
2 degustaciones:
Me ha parecido un tango perfecto. Oigo una canción ahí, Aka.
'Que no quiero misericordia ni quiero milagro', menudos dos versos.
Un abrazo y buen comienzo de semana.
Gracias Maquinista, ahora que lo dices, si que esconde cierta musicalidad, aunque lo de cantar lo lleve fatal..., tango o no, ya no sé, pero sí, lo oigo y hasta lo veo, en un local con su humo y sus vasitos de vino o de lo que sea.
Abrazo y buena semana!!
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