Nudo de ámbar



  Al subir, el pez se hace luz en la superficie.
  La mar, hoguera inabarcable, centellea,
  infinitos fulgores viajan sobre sus aguas.
  El líquido es el medio,
  jureles zurcen el mar allí donde se rasga,
  por donde escapa la memoria.

    Nervio
    Soma
    Dendritas
    Sinapsis
    Electricidad
    Impulso
    Umbral
    Despolarización
    Canal iónico
    Potasio (K+)
    Magnesio (Mg2+)
    Calcio (Ca2+)
    Sodio (Na+)
    Cloro (Cl-)
    Potencial eléctrico
    Conducción
    Circuitos
    corrientes cerradas de éter
    Nudos

  Ascenso y descenso de ideas y percepciones
  Marea del espíritu.
  Un hereje pasea por el cielo,
  por encima de las olas y sus transformaciones.
  Lo grande y lo minúsculo se funden en el infinito
  Interminables, sin límites determinantes,
  espacio y tiempo se vuelven estables
  Inmóviles
  Todo ha sido, es y será.
  Son corrientes cerradas de éter
  Nudos

  Dios cuelga de una rama.
  Sus ojos reflejan lo inabarcable
  lo eterno e incalculable 
  lo inmutable de toda transformación.
  Preguntadle al hereje, al blasfemo, si se retrae de lo dicho.
  Ya arde la pira. La soga, el nudo, la ha prendido.
  La brisa mece al Dios inmolado.
     Varilla
     Masa puntual
     Plano vertical
     Oscilación
     Péndulo ideal

  Va y viene
  Va y viene
  En corrientes cerradas de éter
  Nudos
  Una vez pegados sus extremos, 
  queda una curva simple y cerrada
  Un espacio y tiempo total
  Infinitos e inmóviles
  Sin cabida para los dioses

  Cuéntame que recuerdas.
  ¿Qué se siente al volver?
  Sopla por encima de las reminiscencias.
  Raspa la memoria. Líjala. 
  Existe el pasado. Lo vivido y lo imaginado.
  Siempre ha existido.
  Cuéntame, ¿qué has hecho con él?

  Lanzan las redes los pescadores
  cuando la hoguera se apaga en el horizonte.
  Los jureles, ahora, son noche. 
  Siluetas grises a la fuga.
  Las barcazas rasgan la mar,
  fina dermis la suya.
  Dime, ¿qué sentías entonces?  
  La palabra es bruta,
  depredadora,
  materializa lo abstracto.
  Ámbar de emociones.
          عنبر, ámbar, "lo que flota en el mar". 
  Puesta la palabra, el sentimiento queda preso.
  Las palabras siempre quieren decir más de lo que dicen.
  Las palabras no son habladas por la gente
  Hablan a la gente.

  El mar devuelve los muertos,
  expone los hechos,
  más los pescadores los desechan.
  Pero una vez allí flotan, cual ámbar. 
  Quedan a la deriva
  en corrientes cerradas de éter.






2 degustaciones:

el maquinista ciego dijo...

Te leí el otro día de madrugada, y además con antibióticos. Hacía muchos años que no tomaba ninguno y no recordaba las extrañas sensaciones de las drogas. Quise releer estando 'sobria', y el texto me sigue cerrando el pecho en una suerte de remolino interno que me asfixia y, aún así, me devuelve con otra visión a la superficie.
El audio no me atrevo a abrirlo otra vez. Fue suficiente ese viento el otro día, esas vibraciones. Supongo que uno ha de estar preparado para ciertas puertas, y no siempre es un buen momento atravesarlas ;)

Bicos.

Aka dijo...

No me extraña que no te atrevas a escuchar el audio tras haberlo hecho bajo los efectos de antibióticos, sin ellos ya es bastante absorbente, no quiero ni imaginar como es con medicación :)
Me contenta saber sin embargo que el texto causó cierta sensación de asfixia pues de alguna manera es lo que sentía o quería transmitir de alguna manera, aunque sigo sin entender muy bien hacia donde me dirigieron las palabras.

Un abrazo, y gracias por dejar huella de tus visitas en las entradas, una pequeña ilusión