Beirut - A sunday smile
Nada que hacer y nada que esperar.
La soledad, el silencio, el olvido.
Cafés bebidos sin hablarse, sin mirarse.
Punto fijo que define el vacío,
donde se enclavan inexpresivos ojos.
Mirada al pasado, inerte el presente, inexistente el hoy.
Pasos arrastrados de espíritus derrotados.
Rostros cinzelados con el horror.
Por el fusil sobre la sien.
Por las espaldas perforadas.
Por el carmín en las cunetas.
Por los cuerpos enterrados.
Los cuerpos despreciados.
La culpa del superviviente.
Podría haber sido yo.
Podría haber sido mi hermano.
Mi padre el que yace bajo tierra.
Pedazo de tierra,
de vívido azul que fluye entre ondulantes montañas,
que siente el hambre de sus huesos.
"Rostros de Srebrenica" capturadas de aquí.
Los acontecimientos de Srebrenica constituye el mayor asesinato masivo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Consistió en el asesinato de más de 8.000 personas, especialmente la eliminación de varones musulmanes bosnios, pero la masacre incluyó el asesinato de niños, adolescentes, mujeres y ancianos con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad. El juez Theodor Meron que presidió la cámara del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia declaró los sucesos como un acto de genocidio:
"Buscando eliminar a una parte de la población bosnia musulmana, las fuerzas serbo-bosnias cometieron genocidio. Seleccionaron para su extinción a cuarenta mil bosnios musulmanes que vivían en Srebrenica, un grupo particularmente emblemático entre los bosnios musulmanes en general. Despojaron a todos los varones prisioneros, tanto militares como civiles, jóvenes como mayores, de sus pertenencias e identificaciones; y deliberada y metódicamente los eliminaron, únicamente en razón de su identidad".
9 degustaciones:
Realmente nacer en un lugar u otro es mera contingencia. Sí, podríamos ser nosotros, o nuestro hermano, o nuestro padre. Y no sé por qué esto que es tan obvio, parece tan difícil de entender. Besos, Aka. Que pases lindos días..
Estos derroches de fuerza y odio son la prueba fehaciente de la malignidad del ser humano. Somos capaces de matar al prójimo simplemente por desprecio, porque no comulga con nuestros intereses o creencias. Tu poema deja mal sabor de boca, porque tiene que hacerlo, y deja bien claro que nadie esta realmente a salvo; los vientos de la guerra cambian de dirección en cuanto la Bestia humana pone su codicia en algo nuevo. Hoy vivimos en la abundancia con nuestra cabeza llena de sueños y mañana puede desmoronarse ese frágil castillo que creemos tan firme y seguro... las bombas no explotan tan lejos.Un abrazo Aka.
Resulta difícil de entender que el lugar de nacimiento es una casualidad, y en lugar de agradecer la fortuna, los afortunados solemos aferrarnos a dicha fortuna como si fuese un mérito propio y con licencia para despreciar o repudiar a los "desafortunados". Besos Vera, gracias por el deseo, fueron lindos los días del fin de semana.
El ser humano puede ser el ser más despreciable, se mata por miedo, miedo a lo diferente, comportándonos como bestias aterrorizadas que muestran sus colmillos a lo desconocido. La historia cambia rápido, muy rápido, más de lo que somos capaces de comprender, y nunca somos capaces de predecir con antelación los grandes sucesos que se vuelven evidentes una vez que han tenido lugar. Un día puedes estar arriba y al siguiente abajo del todo. Yugoslavia era la envidia de todos los países comunistas y hoy los Balcanes están entre los países más pobres de Europa. La guerra hace estragos y marca a generaciones, y como bien dices no están tan lejos, vivimos envueltos en ellas, ajenos desde nuestros comedores, pero con su eco. Un abrazo Lázaro.
Odio por odio. La suma de la estupidez, la clasificación, la envidia.
El mundo a trozos desproporcionado, siempre.
Odio por odio, y así va avanzando la humanidad sobre un tablero de juego macabra. Cuanta razón, un mundo de trozos desproporcionados, de mayorías y minorías siempre, da igual la categoría: étnica, religiosa, económica, lingüística, etc... el mundo dividido siempre en "nosotros" y "ellos" sin llegar a entender que "nosotros" puede abarcarlo todo.
Besos Imilce
"...bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados..."
¿Es posible saciar un hambre y sed de justicia como ésta Bellarte? Que al menos sacie sus ansias de seguir viviendo. Difícil pero justo y necesario.
Un abrazo
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