Hice míos sus anzuelos


Max Richter (Memoryhouse): Sarajevo


La pieza musical pertenece al primer álbum del compositor Max Richter (1966) 
titulado Memoryhouse (FatCat Record, 2002). Una colección de composiciones grabadas 
con la filarmónica de la BBC que conforman la banda sonora 
de un documental imaginario que repasa los hechos históricos 
acontecidos en el siglo XX, 
"una historia sobre dónde hemos estado, y que se plantea ¿a dónde vamos?
en sus propias palabras. 



Se levantó apresuradamente de su puesto en la oficina, se hizo con su chaqueta y a medio pasillo gritó: ¡Basta ya de realidades!¡Quiero un sueño!

En el monitor de su ordenador se leían los titulares del día de un periódico cualquiera –Moody's amenaza con recortar la nota de solvencia de otros países europeos; crece la hostilidad hacia los inmigrantes indocumentados;…el futuro sistema perjudica a los ancianos y parados–, permanecieron tintineando unos minutos, y luego la pantalla se fundió al negro.

Han pasado unas semanas desde entonces, y ella sigue recluida en su apartamento. Ha sellado sus párpados y se ha entregado al sueño. Su perfeccionamiento recreando sueños mejora con el tiempo, y ahora ya casi todo lo que visualiza le parece posible. Acaba siendo posible. La realidad se ha convertido en algo sucio e incomprensible, insondable. Sabe que en ella no encontrará tantas cosas, ni tantas emociones como las que escribe sobre sus párpados. Sólo deseo volver a casa, solloza un día desde su lecho. Estás en casa, en tu hogar, le responde su compañero. Pero ella lo desmiente con unos movimientos de cabeza. 

Éste no es mi hogar, le responde, me he perdido, el mundo se ha enrarecido tanto que ya no encuentro el camino de vuelta a casa. Antes me encerraba en la habitación de casa de mis padres y me sentía en casa. A solas conmigo misma y la vida. Ahora todo ese sentimiento ha desaparecido. Me abruma la gente, la sociedad. No entiendo nada de lo que sucede a mi alrededor. Leo las noticias y me mareo, como si el valor en bolsa que un día sube y cuatro baja, fuese yo misma, arrastrada por unos números que me resultan incomprensibles. Ridículamente incomprensibles y que sin embargo me llevan de la mano. Hace unos días me descubrí en los ojos de un lenguado. Me escrutaba piadosamente desde el hielo sobre el que reposaba, no pude esquivarla y me quedé allí anclada. Llorando sola frente al mostrador de los pescados. Hice míos sus anzuelos. Me ahogué de aire con él. Desde entonces he caído en la cuenta que divertirse es aburrido, ya no me motiva, y que el trabajo no me apasiona. De hecho, nada me importa en este momento. Por eso necesito descansar, es lo único que quiero hacer. Apretar la pausa sin presionar el stop y dejar que el mundo siga su curso pero sin mí, para que yo pueda volver a él cuando haya recuperado mi sueño. Encontrado el camino que tiene que devolverme a la vida.



21 degustaciones:

EG dijo...

Suecia debe estar de fiesta y no quise dejar de pasar a saludarte. Mi alegría es inmensa ya que el Premio Nobel de Literatura es nuevamente para un poeta, hoy es un día de alegría!

Amigo, disculpá las ausencias. Te dejo un abrazo, yo.

i*- La que canta con Lobos dijo...

Vaya paralelismos Aka, en fin, jaja... Max Richter es genial de ese álbum las que más me gustaron fueron "Last Days" y "November". Me siento identificada con la chica de tu relato. un abrazo.

Aka dijo...

Pues lo cierto que no me he enterado mucho Emma, lo he leído ahora en las noticias, y lo he visto en los periódicos de la tarde en el supermercado, pero hoy me he quedado trabajando en casa y no he visto más que al vecino... Yo me avergüenzo, porque debo confesar que no lo conozco, ya te comenté, y se nota por mis comentarios que no soy muy diestro con la poesía, me quedé en los clásicos y los desconocidos que podía comprar barato en mi años mozos cuando iba al mercado de Sant Antoni a comprar libros de segunda mano, entonces exploré un poco la poesía, luego volví al cauce de la narrativa, todo y que debo reconocer que algunos blogs han vuelto ha despertar cierto apetito poético, aunque sea más para poetizar la prosa. Pero siempre es lindo que se premie a un "arte" considerado menor (o eso me parece, igual que pasa con los cuentistas) frente a los novelistas... a ver que día premian una novela gráfica :)

No debes disculparte, sos ven venida siempre por aquí, cuando se pueda y apetezca.

Besos Emma

Aka dijo...

Muchas gracias por el post poetizado José Ramón, me gusta especialmente el último verso "CON saludos de la luna al reflejarse en el mar de la poesía..." que no tengo ni idea de a que película de todas las que has usado pertenece. Original combinación la de las películas!
Saludos

Aka dijo...

En este caso el paralelismo Loba ha sido bastante inducido, otras veces han sido casualidad, pero hoy debo reconocer que he creado la historia en parte inspirado por tu última entrada, y el primer párrafo que llevaba ya unos días aguardando en el bolsillo. Espero por eso que no hayas llegado al punto de hablarle a los pescados en el mercado ;)
El tema de November también me gusta mucho, pero las letras del relato me arrastraron hasta el lamento de Sarajevo. Lamento por lamento.

Un abrazo bien fuerte aullado

i*- La que canta con Lobos dijo...

Aka muchas gracias, ¿soy una musa? jajaja. Nada simplemente a veces pienso que me conoces o algo, no sé es una sensación extraña (pero positiva). Para cualquier cosa, ya sabes donde está mi luz y mi penumbra. por cierto... luzypenumbra@gmail.com

Otro abrazo y un aullido hasta la luna!

Carmela dijo...

Es fácil imaginar, oyendo la melodía de Richter, la pérdida de los sueños y el dese de pararse y aislarse del mundo en que vivimos. Ni siquiera la opción de maginar y crear un mundo paralelo es suficiente a veces. Y de repente, nos vemos enganchando en ese anzuelo y solo queremos desaparecer y bajarnos de éste mundo.
Un beso Aka

Frida la llorona dijo...

Aka, esta es mi realidad. En misión humanitaria pasé en Kosovo cinco meses de mi vida, en plena guerra. Estube con Médicos sin Fronteras. Jamás, despues de aquella experiencia fuí la que era.
Vi y viví cosas que jamás ser humano alguno debe ver. Y a pesar de que ya había pasado por otros voluntariados no menos arriesgados, aquello si realmente marcó un antes y un después en mi vida. Muy a mi pesar debo decir que me descreí totalmente de se ser humana, de que seamos humanos.
Tu relato, revelador y auténtico.
La música deliciosa.

Una forta abraçada amic meu.

el maquinista ciego dijo...

...me he quedado casi casi sin palabras...
...me siento el lenguado tras el anzuelo, después del mar...atrapada en esa 'bolsa' de plástico que no entiendo y, aún así, dirige mi vida hasta la asfixia.....siento la urgente necesidad de sellar párpados y construir sueños, darle al botón de 'pausa'......me quiero quedar callada...................

(PD: comentaría muchas cosas del texto a nivel formal, estético, profundidad, perspectiva, contenido, etc, porque es genial, pero sólo puedo pensar en que un niño nunca será un número y que un niño jamás debería ver algo así....lo siento Aka, me quedé atrapada en la música y el vídeo.....)

bicos (a compartir con 'la que canta...', que el relato es también suyo, pues nació en su también sobrecogedora entrada ;))

Bird dijo...

Me gusta la manera en que narras, hay tanta amargura que se parece a mi, muy completo y lleno de sensaciones, "yo quiero volver, pero a donde?", es la realidad y los sueños, ¿ que acaso no es parte de lo mismo?, cada quien crea sueños y lo llama realidad.

Anónimo dijo...

Ojala la vida, o mejor aun, la sociedad, tuviese un boton de pausa que pudiesemos pulsar a nuestro gusto o necesidad, para darnos un respiro, yo de seguro que lo utilizaria mas de una vez.Tambien, aunque suene algo drastico, seria interesante poseer una goma de borrar, para eliminar esos rayajos que afean el mundo. Como dijo no se quien: "Paren el mundo que yo me bajo". Un abrazo amigo.

Aka dijo...

De nada Loba. Sin duda eres una musa, me estoy dando cuenta que en este mundillo del blog con algunos acabas interaccionando bastante y, al menos a mí, la lectura o comentarios de otros me influencia o me da un golpe para escribir algo. Me alegra que la sensación sea positiva, y muchas gracias por ofrecer tu luz y penumbra.

un abrazo

Aka dijo...

A veces apetecería desaparecer por una temporada y poder olvidarse de este mundo. El lamento de la pieza también me cautivo a mí desde un principio, es hermoso y desgarrador al mismo tiempo.

un abrazo Carmela

Aka dijo...

Ay Frida, no puedo ni imaginarme, afortunadamente, lo que es vivir una situación de guerra, y entiendo que te cambiase. Amigos que han trabajado en África como médicos sin fronteras también volvieron cambiados, la capacidad de empatía debe quedar saturada en estas situaciones. Seguro, pero que pese a la tragedia, el cambio fue en positivo a nivel personal y se aprende a valorar las cosas de una manera distinta.

una abraçada ben forta

Aka dijo...

Yo me siento muy a menudo, demasiado a menudo como una trucha a contracorriente, por un lado intentando remontar los rápidos de un río y por otro con un anzuelo en la boca que me arrastra hacia abajo, hacia la orilla, por suerte quedan las fantasías y grupo de amigos en los que evadirse del resto.
Un niño nunca será un número, y un muerto tampoco, la muerte es incuantificable, es infinita. Nadie debería ver y vivir una guerra, pero desgraciadamente cada día sucede y va engrosando la lista de infinitos.
Yo también quedé cautivado por la música Maquinista.
La que canta.. explico lo mismo en tres versos, yo necesité varios párrafos y me contuve, algunos no sabemos callar nuestras tintas...
petons y bon cap de setmana!!

Aka dijo...

Gracias Bellarte, volver, yo creo que siempre hay que volver a la realidad, los sueños sin la realidad no serían nada, se nutren de ella, la realidad es el alimento y el alma de los sueños, y luego el sueño se convierte en el motor que nos desplaza por la realidad... creo que necesito a ambas por igual en mi caso, y no entiendo una sin la otra.
besos

Aka dijo...

De ser así Lázaro, yo me pasaría el día dándole a la pausa, y de poder borrar, borraría muchas cosas. Sería genial poder borrar de un paisaje elementos (personas y ruidos incluidos), todo y que después me arrepentiría... de hecho ya me estoy arrepintiendo, suena a microdictador eliminando elementos en su mundo a gusto. Maldita educación judeo-cristiana y su continuo sentimiento de culpa!!
un saludo

Humberto Dib dijo...

Aka:
Hacía mucho que no pasaba por aquí, tu texto me ha dejado pensando, pues no soy bueno con las pausas de mi vida, suelo apretar el borrar y ya, pero eso tampoco es bueno.
Hay algo en tu relato que me hace sentir que estoy parado en el borde de algo, aunque no sé de qué.
Un abrazo.
HD

çç dijo...

“El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.

La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba apenas setecientos gramos.

El sol estaba alto sobre el hielo, volando por el lugar, caliente y frío a la vez.

El viento avanzó lentamente como si empujase un cochecillo de niño frente a sí.

Las familias salieron, vieron cielo abierto por primera vez en mucho tiempo.

Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.

El resplandor del sol se adhería a todos los gorros de piel,

como el polen a los abejorros,

y el resplandor del sol se adhirió al nombre INVIERNO

y se quedó allí hasta que el invierno hubo pasado.

Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.

Les pregunté;

“¿ Me acompañan hasta mi niñez?” Respondieron: “Sí”.

Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras en un nuevo idioma:

las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras

y hablaban

muy lentamente sobre la nieve.

Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su estruendo de faldas,

hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad”.

Tomas Tranströmer : “Deshielo a mediodía” ( traducción de Roberto Mascaró) (Nórdicalibros)

Aka dijo...

Gracias Humberto por detenerte, por apretar la pausa en este caso para leerme, se agradece. Un abrazo

Aka dijo...

Muchas gracias Rider por el poema de Transtömer, es una pequeña reliquia. He leído estos días algún otro, y todo y gustarme las imágenes que crea, me pierdo en simbolismo que no alcanzo a entender, pero este deshielo si que lo he entendido. Me he identificado bastante, y además muy familiarizado con las escenas que recrea. Este “¿ Me acompañan hasta mi niñez?” Respondieron: “Sí”. es una frase que robo, y guardo en mis memorias. Sintetiza a la perfección el estado de ánimo que se me escapa muchas veces cuando escribo.
Un abrazo